A pesar de los importantes avances normativos, con el paso del tiempo la integración de Fuentes de Energía Renovable no Convencional (FERNC) al Sistema Interconectado Nacional (SIN) está resultando más compleja, dificultando la transición energética. Uno de los talones de Aquiles es la deficiente infraestructura de red para evacuar la generación disponible y transportarla de forma segura. Lo grave es que los proyectos de transmisión en desarrollo son insuficientes en relación a la capacidad de generación que se está instalando en el país.
Este primer trimestre de 2025 ingresaron al sistema 16,05 MW provenientes de generación solar y eólica, que sumados a los 1.347,6 MW en operación comercial y a 699,4 MW en estado de pruebas, alcanzarán los 2.047 MW, según XM Colombia, operador del Sistema Interconectado Nacional (SIN). Aunque se espera que para este año, las energías renovables alcancen cerca del 12 % de participación en la capacidad de generación de electricidad del país, existen serias dificultades para lograrlo, entre ellas las barreras en la infraestructura de distribución y transmisión.
Apenas el 28 % de los proyectos fotovoltaicos planificados desde el año 2020 se ha conectado al sistema. En 2024 se sumaron 33 proyectos solares (1.410 MW) a la matriz, solo el 50 % de los proyectados entró al sistema y en este 2025 apenas se han agregado 50 MW de los 3.517 MW previstos, correspondientes al 1,4 %. Se ha evidenciado que con el paso de los años se está reduciendo la incorporación de los proyectos al SIN. Según el operador, este año hay 143 proyectos en espera que requieren conexión a transmisión, con capacidad conjunta de 10,2 GW, de los cuales 16 proyectos cuentan con obligaciones técnicas firmes por 2,5 GW de capacidad. Actualmente, el 55 % de los proyectos de expansión relacionados con las redes de STN y STR presentan retrasos en su entrada en operación, muchos por las dificultades en las conexiones y trámites con operadores de red, así como las demoras en la adjudicación de puntos de conexión.
La estrategia "Misión Transmisión" liderada por la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME) se encuentra lejos de dar los resultados que se necesitan ante la escasa cobertura y baja capacidad que presentan las redes del país. La realidad es que no nos estamos preparando lo suficientemente rápido en la modernización de los sistemas de transmisión nacional (STN), regional (STR) y de distribución local (SDL), que demanda la transición energética. Este obstáculo estructural está frenando proyectos que se necesitan con urgencia en el país. Nos enfrentamos a la paradoja de tener energía disponible, pero no cómo transportarla.
El panorama actual del sector requiere esfuerzos adicionales que permitan despejar el nublado futuro de las energías renovables. Corregir la falta de planificación que nos ha conducido a este descoordinado avance en la transición energética es una acción que no puede esperar. Urge priorizar una reforma profunda en la planificación, financiación y ejecución de infraestructura eléctrica; especialmente de transmisión y en los mecanismos de despacho y conexión de las centrales. Uno de los eslabones fundamentales para mantener la seguridad energética del país y continuar la incorporación de las energías renovables no convencionales al sistema.