La política de vivienda del actual gobierno ha fracasado estrepitosamente. Los incumplimientos, los cambios constantes, la falta de transparencia y la incertidumbre han estado al orden del día desde 2022, debilitando el sector de la construcción, uno de los motores de la economía; y lo peor de todo: poniendo en aprietos a miles de familias colombianas y anulando su posibilidad de acceder a una vivienda propia.
A pesar de las alertas y constantes denuncias sobre el programa 'Mi Casa Ya', la cartera de vivienda no se ha dado a la tarea de corregir y mitigar la problemática que persiste en la política pública de acceso a vivienda, principalmente en el segmento de ventas de viviendas de interés social (VIS). Los cuestionamientos al programa van desde la poca claridad en el otorgamiento de los subsidios hasta las cifras que reporta el Ministerio de Vivienda, que para el año 2024 registró una asignación de 216,447 subsidios familiares (97.4% en la meta del PND). Un excelente avance si no se estuvieran incluyendo, desde ese año, los subsidios entregados por las Cajas de Compensación Familiar, que corresponden a 88,913.
La realidad es que miles de familias colombianas de estratos 1, 2 y 3, que esperaban por fin tener una vivienda, han revertido su decisión debido al incumplimiento del gobierno. El sueño de vivir en una casa propia se ha convertido en una pesadilla para estos colombianos de bajos ingresos, que creyeron en el programa 'Mi Casa Ya' y hoy agonizan ante la amenaza de perder las inversiones de toda su vida debido al incumplimiento en la entrega de los subsidios aprobados. Estas familias se encuentran en un callejón sin salida, sin respuestas por parte del Ministerio de Vivienda ni claridad sobre su futuro.
Decretos van, resoluciones vienen, y cada vez se empantana más el programa y, con ello, los desembolsos. Según la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), más de 70,000 hogares en Colombia han sido afectados debido a la suspensión de subsidios en el programa 'Mi Casa Ya', lo que ha generado una caída en la compra de vivienda y un aumento en los desistimientos. Lo más insólito de todo este asunto es que Minvivienda defiende los avances del programa, con el cuestionado cambio de metodología que suma los subsidios de las cajas de compensación familiar, y se niega a buscar soluciones, reflejando la desconexión que existe entre la actual política pública y la realidad de los colombianos.
El reciente informe "Situación Inmobiliaria", realizado por BBVA Research, registra por primera vez que en Colombia son más los hogares que viven en arriendo, más de 7.3 millones, mientras que las familias de propietarios alcanzan la cifra de 7.1 millones. Un hecho inédito que confirma la gravedad de la actual crisis en el acceso a vivienda propia.
El apabullante silencio del Ministerio de Vivienda es injusto e inaceptable para las personas que creyeron en sus promesas, cumplieron con todos los requisitos, les fue aprobado el subsidio y están pagando parte de la cuota inicial de los proyectos. Exigimos el establecimiento de una ruta clara y una estrategia integral en la política de vivienda que devuelva la confianza a los colombianos, así como el desembolso de los subsidios que ya fueron aprobados. Hay que resarcir a las víctimas del programa de vivienda y cumplir con lo prometido.